Tour Ordesa y Monte Perdido — Julio 2020
Día 1. Pradera de Pineta — Refugio de Espuguettes
Amanecimos en el Hotel Badain a las 5:30. La noche de antes nos dejaron elegir a que hora queríamos desayunar, algo de agradecer sinceramente. Ducha y a las 6:00 al restaurante: Café, zumo, bollería, tostadas y embutidos. Un desayuno genial.
Para las 6:45 aprox. estábamos en el coche destino a la Pradera de Pineta en un viaje de unos 30–35'. Calculo que serian las 7:30 cuando estábamos preparados y empezaba la aventura. Las vistas desde la pradera ya te dejan con la boca abierta. Desde ahí se divisa todo el balcón de Pineta, el collado de Añisclo, las cascadas del Cinca. Un espectáculo brutal.
La ruta original subiría al balcón de Pineta y de ahí ascendería al refugio de Tucarroya. Descartamos esa opción por la nieve pues la subida y posterior bajada puede ser peligrosa y tan solo estamos en los primeros km de los 80 que finalmente hicimos. Es una pena pues las vistas desde ese refugio son increíbles!
La ruta pues llega un momento que gira a la derecha al llegar a un poste de color verde sin indicaciones. Nos lo pasamos pues íbamos tan emocionados del paisaje que ni lo vimos. Menos mal que el GPS rápidamente pitó el fuera de ruta y nos dimos la vuelta. Descendemos unos metros y proseguimos la ruta. Nuestro próximo destino es el Puerto de Lera ascendiendo por una ladera de piedra suelta INCREÍBLE. Si miramos a la izquierda ya podemos ir viendo los primeros tres miles: Punta de las Olas, Baudrimont, Soum de Ramond (Pico de Añisclo), Monte Perdido y el Cilindro de Marbore.
Mires donde mires vas con la boca abierta. Sacas la cámara de fotos, apuntas a cualquier cosa random y te llevas el fotón de tu vida.
Bueno que me pierdo… como decía la ruta ya empieza a picar para arriba y las primeras rampas de las que te dejan sin aliento empiezan a aparecer. Somos 5 personas con ritmos diferentes, tratamos de ir lo mas juntos posibles pero la mayoría de las veces es imposible así que vamos haciendo un poco la goma y nunca dejando atrás a nadie. Estamos felices y contentos y todo son risas y mucho cachondeo. Hemos creado un grupete genial! Podemos medir la ruta en gilipolleces dichas por minuto :-P
Llegamos al Puerto de Lera y ahí hacemos la primera gran parada. Las vistas del lado Español y Francés son increíbles. Sopla algo de aire así que aprovechamos un vivac de piedra para protegernos.
Una vez tomado algo de frutos secos y una barrita cogemos el sendero que nos bajara por el Circo de Estabué. Seguimos flipando con las vistas. Teníamos pensado subir al Piméné (2802 m.) pero ya lo valoraríamos mas adelante.
La ruta transcurre durante un rato por un caos de bloques y poco a poco empieza a ascender por unas zetas a la famosa Hourquette d’Alanz. Por momentos el solo se tapa y se agradece un montón, pero cuando las nubes desaparecen hace un calor de justicia. Esta subida se me hace un pelín pesada pero las vistas desde arriba son increíbles. Desde ahí ya podemos divisar nuestro destino final para el día de hoy, el refugio francés de Espuguettes.
Llegados a este punto y faltando ya una bajada sencilla al refugio decidimos hacer una larga parada donde descansar y comer. Por primera vez en la ruta divisamos la Brecha de Rolando y el Taillon, uno de los puntos a visitar estos días.
Iniciamos el suave y tranquilo descenso a Espuguettes y una vez allí nos registramos. No podemos entrar a la habitación hasta las 4 de la tarde así que aprovechamos para pedir nuestra bebida de bienvenida y tumbarnos en el cesped a charlar y reír. Es increíble lo bien que se esta con semejantes vistas. Mires donde mires todo es tan bonito ...
Desde ahí las vistas de Rolando y demás son aun mas impactantes.
A las 5 entramos al refugio. Como somos 5 nos han dado una habitación en el segundo piso para nosotros solos, así que genial. OJO: Este refugio no tiene duchas pero si baño. Tiene una zona con una pila con agua y jabón para poder limpiar la ropa, rellenar de agua las botellas, etc… Decidimos quitarnos la camiseta y con botellas de agua nos hacemos un lavado rápido. Aprovecho para lavar la camiseta y “tenderla” sobre una piedra, la cual, entre el calor que desprende y la suave brisa, hace que se seque en un pis-pas.
Charlamos animadamente mientras van cayendo unas cuantas cervezas ;-) Tenemos un hambre atroz así que a las 7 de la tarde como un clavo entramos a la zona donde se sirve la cena: una sopa de verduras que no sabe a nada, una ensalada de zanahoria condimentada y el plato fuerte, arroz blanco y un guiso de carne. De postre pera en almíbar con sirope de chocolate. Ya había leído que la cena no es que fuese la bomba, pero en ese momento te comes al guarda del refugio por los pies si hace falta.
Mis compañeros están cansados y a las 20:30 ya están en la cama! Yo que soy de sueño ligero y no duermo bien fuera de casa decido salir fuera. Me siento en el césped mientras veo atardecer y pongo mi cabeza en orden… otro de los motivos de este viaje.
Aprovechando la poca cobertura de teléfono, mando alguna foto a familia y llamo a casa para decir que estoy bien y que “SOY FELIZ”.
A las 22:30 me voy a dormir. Mis amigos están ya en el 7º sueño. La ruta de mañana sera la mas dura de todo el viaje, así que hay que descansar un poco.
